¿Por qué lo llaman intensidad cuando quieren decir magnitud?

[Videoblog]: ¿Por qué lo llaman intensidad cuando quieren decir magnitud?

El pasado mes de Febrero el diario digital lainformacion.com publicaba el siguiente texto: “Un terremoto de intensidad 3,8 en la escala de Ritcher, que se ha registrado a primera hora de la tarde de este lunes con epicentro en el Mar de Alborán, ha sido sentido por la población de los municipios de Adra, El Ejido, Roquetas de Mar y Almería capital.”

Y os preguntaréis, ¿Dónde está el error?. Vayamos por partes.

Para cuantificar los efectos de un terremoto, los científicos usan dos maneras de medir totalmente diferentes: Por un lado, tenemos las escalas de magnitud, que cuantifican con un único número la energía liberada por un terremoto y que hacen uso de la información recogida en los sismogramas para calcular este valor, ya que es a través de las ondas sísmicas que llegan a los sismómetros como averiguamos el epicentro, el hipocentro, la dimensión de la ruptura y la energía liberada por los terremotos. Cada terremoto tiene un único valor de magnitud posible, es  decir, que es independiente de otros factores como la distancia de los sismómetros al epicentro. El terremoto registrado de mayor magnitud hasta el momento fue el de Valdivia, en Chile, que ocurrió el 22 de Mayo de 1960 y tuvo una magnitud de 9.5.

Por otro, está la escala de intensidad que mide los efectos de los terremotos, pero este valor no es único, sino que varía de punto a punto de la superficie donde han llegado las ondas sísmicas puesto que está basada en los efectos que ha provocado el terremoto sobre las personas, los edificios, los objetos y el propio terreno y depende de factores como la distancia al epicentro y al hipocentro, la amplificación sísmica que puedan provocar distintos contextos geológicos o el tipo de construcción que haya en la zona. El Instituto Geográfico  Nacional, el encargado en España de la información sísmica, usa la Escala Macrosísmica Europea que está dividida en doce grados cuya numeración se da en números romanos.

Para clarificar la diferencia entre magnitud e intensidad, vamos a poner tres ejemplos: En primer lugar vamos a usar dos casos recientes: El 11 de Abril de 2010 se produjo un terremoto de magnitud 6.2 en el municipio de Nigüelas, en la provincia de Granada, sintiéndose con una intensidad máxima de II. Mientras que el terremoto de Lorca del 11 de Mayo de 2011, con una magnitud de 5.1 alcanzó una intensidad máxima de VII.

Obviamente, en ambos casos hubieron varios factores determinantes que hicieron que la intensidad fuese muy diferente: Quizás, el más importante, fuese la profundidad, puesto que el terremoto de Nigüelas fue de aproximadamente 620 kilómetros, mientras que el de Lorca se produjo a tan solo dos kilómetros de la superficie, liberando una gran cantidad de la energía en la zona más superficial y por lo tanto, produciendo mayores efectos, entre otras causas.

Mapa de intensidades del terremoto de Mexico de 1985 confeccionado por el USGS.

Mapa de intensidades del terremoto de Mexico de 1985 confeccionado por el USGS.

Otro ejemplo clásico de la diferencia entre magnitud e intensidad lo encontramos en el terremoto de Ciudad de México de 1985. Este terremoto, tuvo su epicentro cerca de la ciudad costera de Lázaro Cardenas, a unos 350 kilómetros de la ciudad de México, el 19 de Septiembre de 1985 y tuvo una magnitud de 8. En la zona epicentral, se llegó a sentir con intensidad IX. Conforme nos alejábamos del epicentro en dirección a Ciudad de México, que está en el interior, la intensidad del terremoto fue descendiendo, sintiéndose con intensidades III y IV a unas decenas de kilómetros de la ciudad. Sin embargo, al llegar las ondas sísmicas a la ciudad, y debido a la particular geología sobre la que se asienta Ciudad de México, las ondas sísmicas sufrieron una gran amplificación, provocando intensidades que llegaron a IX. Este terremoto provocó más de 10.000 muertes, aunque algunas fuentes citan más de 35.000.

Imagen de uno de los edificios afectados por el terremoto de Ciudad de México de 1985. USGS.

Imagen de uno de los edificios afectados por el terremoto de Ciudad de México de 1985. USGS.

Tampoco es necesario el usar el término grado con la magnitud, puesto que la escala graduada es la de intensidad, aunque tampoco sería necesario su uso. Otro detalle es nombrar la escala Richter. Si bien es cierto que para cuantificar la magnitud del terremoto de la noticia se ha usado una fórmula basada en la original de Richter, en muchas otras noticias también nombran la magnitud Richter incluso a pesar de que esta ha sido calculada por otra fórmula totalmente distinta.

Como podéis ver, magnitud e intensidad son dos términos totalmente diferentes. Ambos nos sirven para conocer diferentes aspectos de un terremoto, por un lado, la energía liberada, y por otro, sus efectos.

Este post participa en la VI Edición del Carnaval de Geología que se aloja en el blog de «Aventuras geológicas en el cuaternario«

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