Contempla el mundo microscópico más fácilmente que nunca

Cuando caminamos por la playa, cada grano de arena nos parece algo normal, cotidiano… casi como un elemento más que conforma la arquitectura de la propia línea de costa. Pero si miramos de cerca cada uno de los granos de arena a través de un microscopio, ante nosotros se abrirá un impresionante mundo oculto: foraminíferos, cristales de cuarzo, fragmentos de roca o de bivalvos… cada playa tiene su propia personalidad.

Pero, ¿Cómo podemos apreciar todos estos detalles sin dejarnos un pastón? Estos días he tenido la suerte de poder probar la iMicro Q3 y la iMicro Q3p, unas pequeñas lentes que se pegan a la cámara de vuestro móvil y os permiten observar el mundo microscópico con una calidad que nos os va a dejar indiferentes.

 

Tubo de vidrio con arena de la playa de Guardamar del Segura (Alicante)
Tubo de vidrio con arena de la playa de Guardamar del Segura (Alicante)

Suerte que tenía algo de arena de playa guardada en casa en un pequeño tubo de vidrio a la que poder echar un vistazo, ya que estos días debido a un pequeño accidente me veo obligado a quedarme en casa. La arena en cuestión proviene de una de las playas del municipio alicantino de Guardamar del Segura y, como podéis ver, tiene un color relativamente amarillento dentro del tubo, aunque en la propia playa los tonos son mucho más dorados.

Para probar estas lentes, lo primero que he hecho, simplemente, es echar un poco de arena sobre una pequeña escala visual que sirve para medir las partículas pero también para calibrar la propia escala digital del software que viene con las lentes (disponible tanto para Android como para iPhone) y colocarlo sobre las propias cajas donde vienen estas lentes, ya que sirven al mismo tiempo como caja de luz para iluminar los granos o cualquier cosa que pongáis encima.

La muestra de arena derramada sobre la escala visual que viene con las lentes.
La muestra de arena derramada sobre la escala visual que viene con las lentes.

¿Qué es lo que vemos en esta muestra? Pues principalmente granos de cuarzo, reconocibles en su mayoría porque muchos son totalmente transparentes, algunas micas y otros minerales que no he sido capaz de identificar, además de algunos restos de foraminíferos y que a continuación os voy a enseñar. Ojo, para que os hagáis una idea de la escala, muchos de estos granos que veis en las imágenes no llegan al milímetro de largo, para que apreciéis la calidad de la lente.

Ahora que también estoy trabajando en los estudios de procedencias de materias primas, me viene muy bien para estudiar los tipos de sílex natural y tomar detalles sobre sus características en muestra de mano, pero estoy seguro que para quienes hacen traceología también les puede ser una herramienta muy útil. 

Imagen de un sílex traslúcido de origen natural en el cual se puede también apreciar un córtex de color blanco.
Imagen de un sílex traslúcido de origen natural en el cual se puede también apreciar un córtex de color blanco.

En la imagen de arriba podemos ver el fragmento de un nódulo de sílex de origen natural con dos colores diferenciados: por uno, hacia la derecha, el sílex de color marrón-anaranjado y de carácter traslúcido mientras que, hacia la izquierda, el color se torna blanco, casi opaco. Pues bien, esta parte blanca es lo que denominamos como córtex. El córtex es la capa más exterior de los nódulos de sílex y normalmente representan una superficie de alteración. Esta suele ser más porosa, peor para el corte y su aspecto destaca mucho frente al del sílex sin alterar. Aunque lo consideremos una alteración del sílex, los córtex nos pueden ayudar a averiguar la procedencia de la materia prima dentro de contextos arqueológicos.

Pues bien, echando un vistazo con la iMicro Q3, podemos intentar ver detalles como el propio aspecto del sílex, si tiene fósiles -que también pueden ser diagnósticos para averiguar su procedencia- o inclusiones y además observar esa gradación entre el córtex y el propio sílex.

Hay una versión, la iMicro Q3p, que os puede venir fantástica para quienes queráis ver láminas delgadas en cualquier sitio, ya que os permite el usar la luz polarizada para poder ver los minerales en todo su esplendor. En mi caso no he podido ir a por ninguna lámina delgada, pero aun así he podido probar su uso con algún grano de cuarzo no muy grande y se aprecia perfectamente el efecto de la luz polarizada sobre el grano.

El uso del microscopio es bien sencillo: Solo tenéis que adherir la lente con su ventosa a la cámara principal del teléfono y montar un pequeño soporte que os servirá al mismo tiempo para enfocar, ya que así tendréis mucha más precisión y no os temblará el pulso a la hora de poder usarlo. Podéis usar tanto la cámara del teléfono como la aplicación que viene con las lentes, pero yo os recomiendo la aplicación, ya que desde ahí podréis tomar también las medidas de lo que estáis observando.

Vista del funcionamiento de la aplicación i-seeing.

La lente no es absolutamente nada voluminosa, podéis tenerla en casa, ponerla en la oficina o incluso llevarla de campo: Lo que queráis. Además, se limpia muy fácilmente. Si acaso es algo tan pequeño que si no lo guardas bien es fácil perderlo, pero al mismo tiempo es su valor por su extrema portabilidad.

Comparación del tamaño de la lente Q3 con la escala que viene con esta y con unos granos de arena... ¡es minúscula!
Comparación del tamaño de la lente Q3 con la escala que viene con esta y con unos granos de arena… ¡es minúscula!

A mi estas lentes me han encantado como un regalo de reyes adelantado: Son muy económicas, tienen una resolución muy buena y os van a ayudar a ver los detalles más minúsculos de las rocas y de los minerales así que, si queréis comprarlos, ahora mismo tienen una campaña de venta en Indiegogo, donde podréis adquirirlas a partir de los 33 €.

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