Una de las cosas más «recompensantes» de hacer campo es la cantidad de cosas que puedes ver. A veces hace frío, otras calor y otras tantas llueve, pero creo que en la mayoría de ocasiones es una gran recompensa el poder salir y ver lo que normalmente ves en una pizarra, en un libro o en el ordenador.
Pues bien, el otro día pude observar una de esas formas geológicamente efímeras y que a menudo, o bien por acción del hombre, o de agentes naturales, desaparece: Una chimenea de hadas.
Una Chimenea de Hadas (También llamada Hoodoo en inglés y Demoiselle Coiffée en francés) se forma cuando la erosión diferencial deja una roca más dura sobre un sustrato más blando y erosionable. La roca dura hace de «paraguas» que evita parte de la erosión del material subyacente. En algún momento, debido a la erosión, la estructura puede volverse inestable, cayendo la roca más dura y que hace de «paraguas», dejando completamente sin protección a la columna de material más blando que hay por debajo.
En el caso que vemos, la chimenea de hadas está formada de conglomerados (material más duro) y areniscas/conglomerados/margas (más blando). Un deslizamiento de ladera provocó que estos estratos cayesen al fondo del valle, y que los conglomerados se rompiesen durante la caída, permitiendo así la formación de esta Chimenea de Hadas. Para una mejor observación de la Chimenea y el afloramiento, la siguiente imagen:
Muchos más ejemplos de estas morfologías las podéis ver en el Bryce Canyon National Park, en EEUU, y las famosas Chimeneas de las Hadas de Capadocia.