Hace unos días mientras corría por mi circuito habitual (inmerso en el interior de un pliegue anticlinal formado por materiales principalmente pliocenos) observé esto:
“¡Leches!” –pensé, bueno, en realidad pensé algo más fuerte- ¿Quién ha puesto esta falla inversa aquí? ¡Si no estaba antes!.
El caso es que en los días siguientes volví a pasar por el mismo sitio, con idéntico resultado, hasta que el pasado viernes me dije: Obviamente, estoy equivocado y tengo que ver el porqué. ¿Tu qué hubieses pensado?.
Pues sí, estaba equivocado y mucho. Uno de los grandes problemas de los que nos dedicamos a la geología, sobre todo cuando somos estudiantes en los primeros años, es el problema de la escala: Hay estructuras que vemos al microscopio, otras en muestra de mano, si son más grandes tenemos que recurrir al afloramiento y si ya tienen kilómetros o decenas de kilómetros (o más) muchas veces tenemos que hacer uso de la cartografía geológica para interpretar o que estamos observando.
La cuestión era que estaba observando tan de cerca el afloramiento que me estaba perdiendo la verdadera estructura fijándome solo en uno de los detalles, concretamente el que quedaba a la altura de mi cabeza (y vista):
Y lo que en realidad era es una falla normal. Aunque los los muros de estos estratos son bastante irregulares por diversos factores, en especial por el de la bioturbación, y hacen un poco más difícil ver cuál es el sentido del desplazamiento, desde un poco más lejos la estructura parece quedar mucho más clara.
De hecho, si nos fijamos en la parte anotada de la última imagen, en la parte superior izquierda he dibujado unas líneas más finas. Estas líneas marcan momentos en los que estaba ocurriendo una sedimentación sobre el bloque hundido de la falla porque este quedaba por debajo del bloque levantado. De cerca se ven como pequeñas láminas paralelas de sedimentos, mientras que en el bloque levantado estas no aparecen.
Esto no solo nos indica que ese (el izquierdo) es el bloque que se hunde, si no que además esa falla es sinsedimentaria, es decir, una falla que se encuentra en funcionamiento al mismo tiempo que ocurre la sedimentación en la zona.
Por lo tanto mi consejo cuando vayáis a un afloramiento es: No os quedéis solo con lo primero que veáis. Alejaos un poco para tener una imagen global y después acercaros para ver los detalles, porque como podéis comprobar a veces las cosas no son lo que parecen.
Este post participa en el X Carnaval de Geología alojado por Biblioteca de Investigaciones.
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