Quizás los anillos de Saturno sean uno de los aspectos más fotogénicos e impresionantes de todo el Sistema Solar. Digo «los anillos» y no «el anillo» porque son una estructura bastante compleja compuesta, valga la redundancia, por varios anillos y tambien por «huecos» que varían de extensión. Aunque fue Galileo en 1610 quien con su rudimentario telescopio vió por primera vez los anillos, pero no fué hasta 1655 y con el telescopio ya perfeccionado cuando el astronomo Christiaan Huygens los describiese correctamente como un anillo rodeando a Saturno.
Principalmente están compuestos por hielo (de agua) en un 99.9%, y contiene trazas de silicatos y moléculas orgánicas. Desde pequeño siempre he imaginado que atravesar los anillos de Saturno sería como nadar en un mar de partículas de hielo y polvo en donde los peces son los fragmentos de hielo y roca más grandes.
Aunque aún no hemos tomado imagenes «desde dentro» debido al peligro que entraña para una sonda espacial el tomar imágenes sin ser gravemente dañada, la sonda Casinni tomó una serie de imagenes en la que se ve la alargada sombra de Mimas sobre los anillos y coincidiendo con que el ángulo entre el Sol y los anillos es practicamente cero, de tal manera que las sombras se observan mucho mejor. Tanto es así que en la secuencia de imagenes tomadas en la que se ve el borde exterior del anillo B se observa la sombra de las particulas de su interior haciendo sombra sobre este anillo. Se ha hecho un cálculo en el que parece que las partículas pueden llegar a tener hasta 3 km. de diámetro, casi como algunas de las lunas recientemente descubiertas.