Lo primero que he pensado esta mañana al abrir la edición digital de “El País” es “Escandalo”, como diría ese gran filósofo español llamado Raphael. Que los medios de comunicación den cancha a todo tipo de opiniones (democráticas, eso sí) siempre me ha parecido la mejor manera de mantener una obligada pluralidad y diversidad de opiniones.
Ahora bien, ¿Cómo veríamos si en los periódicos diésemos cancha a los Bancos para que justificaran su propio rescate aun sabiéndose culpables de su propia ruina?
Pues hoy “El País” nos dedicaba a todos los ciudadanos el siguiente artículo “22 figuras clave de la cultura respaldan la 'ley Sinde'” en el que importantes figuras de la cultura de nuestro país defendían la medida a capa y espada. No voy a entrar en detalle sobre las opiniones de estas personas, pero a riesgo de que me tachen de pirata, destructor de democracias y creador de paro diré simplemente que me han parecido vomitivas.
Estos señores de la cultura, y digo señores, porque es lo que son, viven en un mundo aparte. Un mundo de vidas frenéticas y millonarios ingresos, y, por lo que parece, pocas o menos ganas de trabajar. Si cobrasen el salario mínimo interprofesional de 633 € seguramente tendrían que ir menos al cine y comprar menos discos, ya que, al menos a mí, una simple entrada me cuesta 6€, y nada de 3D ni palomitas. Y mejor no hablo del caso de las reediciones de discos de música y de películas en distinto formato pero con el mismo contenido. No creo que el problema de la cultura es que sea gratis o deje de serlo, ni mucho menos, pero desde luego lo que no podemos permitir es que la cultura se cotice a precio de oro.
¿Y si además tengo que pagar la hipoteca de la casa y el préstamo del coche?. Pues nada de ocio. ¿Es que estos señores no han visto como estamos los españoles de endeudados?
Algunos de estos creadores incluso dicen que no confían en nuestra clase política. Bueno, pues que se monten su propio partido. Pero en vez de preocuparse por sus propios derechos, los de una minoría bastante más que burguesa y privilegiada, deberían de plantearse si ahora es momento de defender ser trillonarios o si lo que hay que hacer es defender a los verdaderamente desfavorecidos por el sistema.
Otra cosa que me ha escandalizado esta mañana es leer en el blog de Ignacio Escolar es que el informe de Promusicae exageró de alguna manera sus datos sobre piratería, pero que gracias a Ignacio queda bastante claro que se pilla antes a un mentiroso que a un cojo, y más aún cuando los datos son públicos en Internet. Pero claro, justificar una ley con el 95% es mucho más fácil que con el 20%. ¿No deberían acaso ir los elaborantes de tales falsedades a la cárcel como ellos piensan deberían ir los piratas? ¿No cabría pensar en un cambio en el modelo de negocio como en otros países?
Pero no quiero que la “Ley Sinde” y los artículos de “El País” eclipsen el verdadero trasfondo de mi opinión, sino que solo quede como ejemplo del gobierno que establecen sobre un país determinados lobbies ya sean empresariales, sociales o religiosos. Y no quiero hablar de las presiones filtradas por Wikileaks..
Quizás lo que deberían de saber los autores y creadores es que uno de los gremios más perjudicados por la crisis y por la política es el de los científicos. Al igual que los músicos y los guionistas, nosotros también creamos, y entre otras cosas, creamos ciencia.
No creo que sea demagogia, pero con la ciencia lo que pretendemos aparte de responder preguntas sobre nuestros orígenes y nuestro destino, también contribuimos con el avance de nuestra sociedad a todos los niveles, desde el social hasta el tecnológico.
Y lo que desde luego no saben es que para avanzar hace falta dinero. Sí, a nosotros también. Pero yo como científico no pido que me suban el sueldo, ni cobrar 30 millones de € por interpretar unas escenas, quiero dinero para investigar, para que los jóvenes que ahora mismo hay buscándose un porvenir en nuestras universidades puedan seguir contribuyendo con nuestra sociedad.
Otra cosa que también deberían de saber es que a mí no me pagan por publicar en ninguna revista. Y yo también creo contenidos, evidentemente, muchas veces directamente de la nada, sin ningún antecedente. E incluso hay revistas donde los contenidos científicos son libres y pueden ser consultados por cualquiera. Gratis. Y algunos hasta pagan por publicar.
Y no digo que la cultura haya de ser gratis, por favor. Entiendo que para generar contenido sea cual sea su formato se requiera una inversión. Pero si es cultura es porque está al alcance de todos y no de unos pocos. ¿O es que acaso queremos volver a un mundo anterior al invento de la imprenta?.
Pero la culpa principal la tienen los políticos que permiten que España si esté a la cola en investigación, en becas, en educación y en todo lo que tenga que ver con la verdadera cultura de un país, que todas las mentes brillantes se vayan porque no hay futuro mientras se derrochan millones de euros en cosas no tan importantes pero que igual tienen contentos a unos pocos líderes de opinión.
Los científicos, por desgracia, tenemos muy poco poder de convicción. No podemos paralizar el país a golpe de colapsar el tráfico aéreo ni podemos convencer a nuestros enfervorecidos fans de que necesitamos más dinero para investigar. Y así nos va.
Si esta crísis no nos extingue, ¿superaremos la siguiente?