Las montañas o Macizo de Aïr son una de esas cosas en las que uno se fija cuando observa una foto del desierto del Sahara desde el espacio porque su forma y color contrastan fuertemente con el dorado de las arenas que la rodean.
Estas montañas, localizadas en Nigeria, son en realidad una intrusión granítica. Es decir, se formaron cuando el magma ascendió a favor de fracturas de la corteza terrestre en el Precámbrico. Posteriormente, las rocas donde se habían encajado estos fluidos fue erosionada, quedando el macizo granítico de mayor resistencia a la erosión al descubierto.
En la imagen, además del macizo, podemos apreciar las lineas formadas por largas dunas eólicas de tipo longitudinal, algunas de ellas afectadas por la topografía circundante. También se observa algo de vegetación en color verde que nos indica la presencia de ramblas y pequeños oasis que dan incluso cobijo a poblaciones en la actualidad, aunque estas montañas han estado pobladas al menos desde el año 6000 antes de nuestra era, un detalle que ha quedado plasmado en las numerosas pinturas que cubren algunas de las paredes.